Caballos y ponis a la medida de sus jinetes

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La escuela de hípica Villa Salada, un centro de espectáculos ecuestres y de enseñanza de equitación o doma española y vaquera, organizó una gincana para niños de todas las edades que demostraron al galope el control que tienen sobre sus caballos. El recorrido de obstáculos, con saltos y «zigzags», se completaba en un tiempo aproximado de tres minutos durante los que los niños y sus animales trabajaban en equipo. De hecho, en este tipo de pruebas de equitación se premia no sólo la destreza del jinete, sino también «la obediencia del caballo».
Los pequeños, que aprenden muy rápido, según personal de la escuela que estuvo ayer organizando las actividades, también logran con este deporte desarrollar una sensibilidad especial y el respeto por los animales. Así lo mantuvo ayer el propietario del establecimiento, Francisco Escribano, quien detalló que se habían establecido tres categorías, una para los menores de ocho años, otra hasta 12 años y la tercera para los mayores, que pudieron ser también adultos.
Los menores, que están comenzando a tomar contacto con el mundo de la hípica, tuvieron cabalgaduras a su medida. La escuela facilitó seis ponis, además de los 35 caballos que se reunieron ayer en las instalaciones de la carretera de Crevillent (entre Torrevieja y Los Montesinos). Los participantes en la gincana provenían de todos los puntos de la Vega Baja, una comarca en la que hay bastante afición, según explicó Escribano, y que ha hecho proliferar pequeños establos en muchas poblaciones.